El diablo decidió retirarse a descansar después de tanto tiempo de realizar sus perniciosas actividades, puso sus herramientas a subasta.
El día de la venta puso todas las herramientas a exhibición para que los potenciales compradores las vieran lo mejor posible e hicieran sus ofertas, el lote era verdaderamente siniestro: odio, celos, envidia, malicia, engaño... y muchos otros implementos para el mal.
Un instrumento aparentemente inofensivo se encontraba algo aislado, se veía muy gastado, como si hubiese sido usado muchísimas veces y a pesar de ello su precio era bastante más alto que el de los demás artículos.
El nombre de tal artículo era "Desaliento" según informó el diablo a quienes preguntaron. Preguntado por la razón de tan alto precio por un instrumento tan gastado respondió el diablo: "Porque ese instrumento me es más útil que cualquier otro; puedo entrar en la conciencia de un ser humano cuando todos los demás me fallan, y una vez adentro, por medio del desaliento, puedo hacer de esa persona lo que se me antoja. Está muy gastado porque lo usó casi con todo el mundo, y como muy pocas personas saben que me pertenece, puedo abusar de él..."
El precio de desaliento era tan, pero tan alto que aun sigue siendo propiedad del diablo...
El desaliento es uno de los estados de ánimo contra el cual es indispensable fortalecerse.
Nos desalentamos con la situación económica, con nuestro trabajo, con nuestra familia, con la necesidad de cambio, con los grupos de amigos, con el engaño, con la mentira, con el desamor... Debemos mantenernos alertas contra el desaliento. Pero si hay un tropezón o una caída no hay que entregarse.
“Empieza por hacer lo necesario, luego lo que te es posible y acabarás haciendo... lo que te es imposible”-San Francisco de Asís
El día de la venta puso todas las herramientas a exhibición para que los potenciales compradores las vieran lo mejor posible e hicieran sus ofertas, el lote era verdaderamente siniestro: odio, celos, envidia, malicia, engaño... y muchos otros implementos para el mal.
Un instrumento aparentemente inofensivo se encontraba algo aislado, se veía muy gastado, como si hubiese sido usado muchísimas veces y a pesar de ello su precio era bastante más alto que el de los demás artículos.
El nombre de tal artículo era "Desaliento" según informó el diablo a quienes preguntaron. Preguntado por la razón de tan alto precio por un instrumento tan gastado respondió el diablo: "Porque ese instrumento me es más útil que cualquier otro; puedo entrar en la conciencia de un ser humano cuando todos los demás me fallan, y una vez adentro, por medio del desaliento, puedo hacer de esa persona lo que se me antoja. Está muy gastado porque lo usó casi con todo el mundo, y como muy pocas personas saben que me pertenece, puedo abusar de él..."
El precio de desaliento era tan, pero tan alto que aun sigue siendo propiedad del diablo...
El desaliento es uno de los estados de ánimo contra el cual es indispensable fortalecerse.
Nos desalentamos con la situación económica, con nuestro trabajo, con nuestra familia, con la necesidad de cambio, con los grupos de amigos, con el engaño, con la mentira, con el desamor... Debemos mantenernos alertas contra el desaliento. Pero si hay un tropezón o una caída no hay que entregarse.
“Empieza por hacer lo necesario, luego lo que te es posible y acabarás haciendo... lo que te es imposible”-San Francisco de Asís